
Una trayectoria hecha de cariño y actitud
Hay personas que hacen de la hospitalidad un arte. Miguel Cortés es una de ellas. Con 23 años de experiencia como botones en Hipotels Hipocampo Palace, Miguel es el reflejo de los valores que nos definen: compromiso, cercanía, vocación y alegría por el trabajo bien hecho.
Desde el primer momento, Miguel supo que este no era un empleo cualquiera, sino un lugar donde se siente como en casa, rodeado de compañeros que son como familia. “Me encanta mi trabajo y me apasiona lo que hago”, afirma con una sonrisa que transmite autenticidad.
La magia de hacer sentir en casa
Lo que más disfruta de su día a día es el contacto con los clientes. Le encanta conversar, hacer sentir cómodos a quienes llegan y tratarlos como a él le gustaría ser tratado. “Disfruto mucho haciéndolos sentir como en casa”, nos cuenta.
Ese calor humano es el que convierte una estancia en Hipotels en una experiencia inolvidable. Y es que no hay nada más valioso que ser recibido con una sonrisa sincera.
Momentos que dejan huella
En más de dos décadas de servicio, ha vivido mil anécdotas, pero recuerda especialmente cuando conoció al cantante Roberto Carlos. “Vino al hotel, hablamos un rato… y tiempo después me saludó en Artà. Que alguien así se acuerde de ti… ¡te impresiona!”
Esos momentos, pequeños pero cargados de significado, son los que hacen único su trabajo.
Un consejo para los que empiezan
Cuando le preguntamos qué consejo daría a quien comienza en este oficio, Miguel lo tiene claro:
“Que venga con ganas de trabajar. Si vienes con actitud y con ganas, todo fluye. Lo importante es ponerle cariño y mejorar cada día.”
Porque en el mundo de la hospitalidad, la actitud lo es todo. No se trata solo de llevar maletas, sino de crear experiencias.
Aprendizajes de una vida dedicada al servicio
Miguel ha aprendido que el verdadero valor de este trabajo está en ser honrado, trabajador y aprovechar cada oportunidad. “Cada día trae algo nuevo, y puedes sacarle provecho a cada experiencia”, nos dice.
Una lección que no solo aplica al trabajo, sino también a la vida.